martes, 11 de diciembre de 2012

Paseo por el monte de Gavilanes

 
 
 
Sábado 8 de diciembre

 
Llevaba tiempo pensando en hacer esta pequeña ruta por el monte de Gavilanes, y el sábado daban buenas previsiones meteorológicas asi que decidí hacerla. El viernes por la noche me llamó Quequi para ver si hacíamos algo el sábado por la mañana, le conté mis planes y quedamos a las ocho "in the morning".

El dia amaneció con una espesa niebla, pero todo apuntaba a que era niebla baja y tiramos para Gavilanes. Un poco por encima del pueblo ya se empezaban a ver los primeros rayos de sol y el mar de nubes que cubría el valle. Todo un espectáculo. (Pica en las fotos para ampliarlas).

El piélago emerge como una isla entre el mar de nubes
 
 


Se sube con el coche por la pista que va desde el polideportivo hacia arriba hasta llegar al cruce de pistas que tiran para Mijares o la garganta (al principio está encementada porque tiene unas rampas con un porcentaje importante). Justo aquí aparcamos. A 150 metros del cruce dirección Mijares sale a la izquierda un viejo carril de saca de pinos por el que empezaremos a subir para inmediatamente ver hitos de piedra que marcan la vereda a seguir.
En este cruce se deja el coche



 
La vereda asciende bien trazada haciendo zetas, sobre todo al principio, pues el desnivel que salva es considerable. Al pasar por un reguero seco, de caracter torrencial, el camino gira a la izquierda, pero nosotros seguimos recto para subir hasta el popular risco de la cruz que tiene unas vistas inmejorables de Gavilanes y de todo el valle, aunque hoy todo es un inmenso mar de nubes.


La niebla cubre todo el valle
 


Esta foto parece la portada de un catecismo
 

El amigo Sergio cautivado por las vistas

Después de un rato contemplando el paisaje y  hacer unas fotos volvemos a bajar un poco para continuar el sendero hacia el regulador de agua de la central. Toda esta zona se quemó en el desastroso incendio de 1986, que se originó en Santa Cruz del Valle y llegó hasta aquí calcinando mas de 6000Ha de monte. Todavía se pueden ver vestigios de aquella tragedia en forma de tocones quemados. Esperemos que no vuelva a repetirse algo así pues el monte se ha regenerado, pero una segunda catastrofe sería fatal para el desarrollo de  este singular entorno natural.

camino bien trazado y marcado con hitos
 

 En poco rato llegamos al regulador. En este punto el agua se precipita por una gran tubería hasta la turbina del generador que se encuentra en la llamada "casa de máquinas", 400 metros más abajo. Desde aquí cuando hay exceso de agua, que desborda por el sobrante, se precipita una cascada de casi 300 metros de caida que es digna de contemplar.

"Regulador"
 
 
 

Continuamos camino, vamos en dirección a las captaciones de agua de la central. Subimos por la pista de acceso al "regulador" hasta una curva cerrada a la derecha, desde aquí tenemos unas vistas muy buenas de toda la cuerda del cabezo.

El Cabezo

En esta curva dejamos la pista y continuamos recto buscando una veredilla casi perdida que nos llevará a cruzar unos praos, hoy ya casi tomados por los matorrales debido a la escasez de ganado en nuestras sierras. Desde aquí ya vemos el puente de la primera captación de agua y hacia allí nos dirigimos.

captación de agua

Aquí una represa recoge todo el agua de la garganta, junto con la de la otra captación en otra garganta próxima, y se canaliza a través de un tunel hasta el "regulador".


garganta antes de la captación

 
garganta después de la captación

Continuamos hacia la otra captación justo por encima del tunel que trae el agua y enseguida desviarnos a la derecha por una vereda bien marcada que asciende un poco, para luego volver a descender hasta la garganta justo en el otro dique.

bonitas vistas de la garganta de blascochico o del chorro


pino con la corteza desgastada por los ciervos al rascarse


Este fue el lugar que escogimos Quequi y yo para sentarnos en una piedra bajo un sol primaveral y degustar una sabrosa lata de caballa  y un par de jugosas mandarinas, despues de dos horas de relajado camino. Tras estos deliciosos manjares ya estabamos listos para continuar nuestra ruta.
Nada mas cruzar la garganta encontramos un sendero bien marcado que va descendiendo por la ladera y pasa al lado de una caudalosa fuente llamada del Mollerón. Continuamos bajando siguiendo los numerosos hitos del camino, que alguien se ha encargado de mantener.

El valle ya se va despejando de su mar de nubes


Poco mas abajo, y cruzando la garganta, el camino converge con otro sendero que sube por el otro lado paralelo a la misma. Es por éste por el que continuaremos bajando sin abandonarlo hasta llegar a la pista, pero al pasar por la chorrera de Blascochico nos vemos obligados a hacer una parada en su cabecera para hacer unas fotos.

Un espectacular balcón al valle

 
                                                                
La garganta del chorro tiene bastante desnivel y alberga unos cuantos resaltes y cascadas. Aunque no es encajonada ni engorgada tiene equipado un tramo para hacer descenso de barrancos, pena que no es una garganta caudalosa debido a las captaciones de agua mostradas anteriormente que se llevan prácticamente todo el caudal. Pero bueno, siempre podremos disfrutar de buenos rapeles en esta y otras cascadas.

Reunión de cabecera


Ya solo nos queda la parte final de la ruta por un sendero muy bien marcado y empedrado en algunos tramos, que da cuenta de lo frecuentado que fué en otros tiempos. Ya en la pista solo tenemos que andar un kilómetro y medio aproximadamente hasta donde aparcamos el coche.

Sendero muy bien trazado


enfiladitos a por la cañita


Una ruta muy cómoda para hacer en una mañana, apta para todos los públicos y con unas vistas estupendas del valle del Tiétar.

Nos vemos en las montañas.



NOTA: En la naturaleza no dejes mas que HUELLAS y no te lleves mas que FOTOS.


 



 


 
 




 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario