martes, 25 de diciembre de 2012

Monte Perdido

Septiembre 2012

Este año no había excusa, había que volver a Pirineos para hacer una ruta estival en condiciones. Como yo fui el ideólogo, fue a mi al que le tocó diseñar el itinarario a seguir. Solo teníamos cinco días porque fué lo máximo que pude juntar en el curro, asi que había que hacerlo de forma intensiva, dos días para la ruta y tres para barranquear.
Comenzamos viaje a las 7 de la tarde del día 3 de septiembre, cuando salí de trabajar ya me estaban esperando Sergio y Alvaro con todo el material cargado en el coche, pasamos por Madrid para recoger a Vicen y "to palante". A las 2 de la mañana llegamos a Ainsa, aparcamos al lado del río, echamos los sacos y hasta el día siguiente que empezaba el jaleo. (Pica en las fotos para ampliar)

Preparando mochilas

Después de meternos un buen desayuno en un bar de Ainsa, subimos hacia Pineta con toda tranquilidad ya que tenemos todo el día para subir hasta el refugio de Tucarroya. En el aparcamiento de Pineta preparamos sin prisa los mochilones con el correspondiente reparto de viveres, que esta vez ajustamos bien.

El equipo preparado


La subida al balcón de Pineta es tan dura como espectacular. Hay que superar mas de 1200 metros de desnivel en poco mas de tres kilómetros de distancia, como dice Quequi: "ese balcón que tantas parejas ha puesto a prueba". Pero al mismo tiempo es uno de los sitios mas bonitos de Pirineos por   las sensacionales vistas, por un lado las cascadas del Cinca, que se precipitan desde el mismo balcón, y por el otro el valle de Pineta y los colgados llanos de Lalarri.

Cascadas del Cinca

Valle de Pineta

Llanos de Lalarri

Últimas zetas antes del balcón

Cuando  llegas al balcón te encuentras de frente el glaciar del Perdido, o lo que queda de él, tiene 32 ha. de superficie y es el cuarto glaciar en extensión del pirineo tras el del Aneto, Vignemale y Maladeta. Desde 1973 está dividido en dos masas de hielo independientes, el glaciar superior y el inferior.

 Valle de Pineta

El grupito de amiguitos

Glaciar del Perdido

Cilindro y cuello del Cilindro

Continuamos hacia el lago de Marboré, que bordeamos para llegar a la brecha de Tucarroya donde se encuentra el refugio en el cual pasaremos la noche.

Lago de Marboré y Monte Perdido

Perdido y Cilindro con el cuello en medio

Lago y brecha de Tucarroya

El refugio de Tucarroya se encuentra en la divisoria entre España y Francia, en la brecha del mismo nombre, no está guardado pero se encuentra en perfectas condiciones gracias a la reforma que en 1999  le hicieron los integrantes del club alpino de Lourdes.

Llegamos al refugio alrededor de las dos de la tarde. Hay dos parejas de franceses además de nosotros. Nos instalamos y nos disponemos a comer algo caliente, pues la temperatura es baja, cuando Vicentico se da cuenta que se ha dejado la bombona de gas en el coche, bieeeeeennnn. En este momento piensas lo ahogo en el lago o lo hago bajar a por el gas, ggggrrrrrrrrrrr. No le quedó mas remedio que poner en práctica sus pobres conocimientos de francés y mendigar un poco de gas a los compañeros de refugio, aunque luego no hizo falta porque encendimos la estufa, con la leña que la gente del club alpino de Lourdes sube hasta aquí, y nos pudimos hacer un poco de sopa y unas deliciosas pastas liofilizadas.
Con el estómago lleno a las 8 estábamos en el saco, en la vida me había acostado tan pronto, pero como los franceses se acuestan a las siete y el refugio es muy pequeño, no podíamos ni hablar...

Después de una sobada de casi 12 horas, estábamos listos para una jornada que se adivinaba bastante larga. Tras desayunar y despedirnos de nuestros compañeros de refu, uno de ellos era un señor de 80 años, ahí es na, volvemos a bajar al lago para continuar camino hacia el Cuello del Cilindro cruzando parte del glaciar.

El sol pega ya en el Perdido




Nuestro objetivo es subir al Perdido y volver al valle de Pineta por la Punta de las Olas y el collado de Añisclo. Para ello tenemos que subir al Cuello del Cilindro, bajar al lago helado y coger la ruta normal que sube por la escupidera.

Picos Astazus

Trepando el resalte para llegar al glaciar inferior

Glaciar inferior

El Cilindro

Para subir al Cuello del Cilindro desde aquí, hasta hace pocos años había que ponerse los crampones para cruzar parte del glaciar, pero ya no es necesario porque se puede bordear por las rocas. Nos quedamos sin glaciares en el pirineo!!

Valle de Ordesa

 
Lago helado

Desde el Cuello del Cilindro, despues de hacer unas fotos resguardados del fuerte viento, bajamos al lago helado por una bonita faja. El lago helado tiene la particularidad de ser el sumidero que, a través de un sistema kárstico, alimenta la surgencia que da lugar a la gran cascada del valle de Gavarnie, en Francia, que con sus 420 metros de caida es la mas alta de Europa.

La escupidera


Al último tramo de la ascensión normal al Perdido se le conoce como "la escupidera". En verano no es mas que una larga y empinada pedrera, pero en invierno es el punto negro de los Pirineos, el lugar donde mas accidentes ocurren. Una caida en la parte alta del corredor puede resultar fatal, pues la pendiente te lleva a un precipicio de mas de 60 metros.

Después de sufrir un poquito en la pedrera con los mochilones a la espalda, llegamos a la cumbre de Monte Perdido, la tercera  mas alta del pirineo y la cota mas alta de nuestra ruta. Desde aquí las vistas sobre los pirineos son verdaderamente espectaculares si tienes suerte que haga buen dia, no como la primera vez que subí.

Lago de marboré y brecha de Tucarroya

Cañón de añisclo


Ordesa

Taillón (centro) Vignemale (derecha)

Foto de cumbre

Ya es hora de continuar camino que todavía nos queda mucho por andar, mas del que pensábamos en un principio. Vamos en dirección a la Punta de las Olas, otra cota por encima de los tresmil metros. Bajamos hasta el cuello de Monte Perdido destrepando por una zona de roca bastante descompuesta, se nota que ésta ya no es una ruta transitada porque se pierde la traza y los hitos son cada vez mas escasos.

Destrepe por roca descompuesta


Cuello de Monte Perdido

 Descendiendo por el cuello del Perdido hay que poner crampones para atravesar un gran nevero que no se puede bordear.  En cuanto nos lo permite el contrafuerte de roca nos vamos a la derecha por una pequeña faja que nos deja en una zona practicamente llana, desde donde ya vamos bajando por suaves pendientes hasta dar vista a la Punta de las Olas.

Nevero del cuello del Perdido

Vicen quitando crampones


 Pico Baudrimont NW, un tresmil de coleccionista

Quequi mostrando sus crampones

Jeti, con su mejor pose

Pico Añisclo o Soum de Ramónd

La Punta de las Olas es un tresmil discreto, sólo tiene 3022 metros, pero tiene las mejores vistas sobre el cañón de Añisclo y el valle de Ordesa. Desde este punto bajamos por una inmensa pedrera hasta enlazar con el GR11, que ya no abandonaremos hasta el final de nuestra ruta.

Cañón de Añisclo
 
Valle de Ordesa

Cañón de Añisclo desde la gran pedrera

El GR11, también conocido como senda pirenaica, es probablemente el sendero de gran recorrido mas conocido de España. Cruza los Pirineos de Oeste a Este, desde el cabo Higuer al cabo de Creus.
En este tramo, como en muchos otros, se divide en dos. Un ramal desciende hasta el cañón de Añisclo para luego subir hasta el collado. El otro, al que nosotros nos unimos, va faldeando por la faja de las Olas por una zona verdaderamente vertiginosa, hasta unirse ambos en el collado de Añisclo.

Surgencia de agua helada

Tramo de cadenas

El sendero va por encima de la roca blanca

Collado de Añisclo

Ahí tenemos el coche, 1150 metros por debajo

Estamos en el collado de Añisclo, son las seis de la tarde, llevamos caminando desde las ocho y media de la mañana y las piernas ya lo acusan. Empezamos a bajar, ya tenemos a la vista el final pero la bajada se hace interminable y los pies se resienten a cada paso que damos.

Bajando del collado

Edelweis

El bosque no llega nunca

La zona de bosque es espectacular, es una pena que el cansancio no nos deje disfrutarlo como se merece. Hay una zona de hayedo en la que la luz casi no es capaz de penetrar, con  algún haya digno de admirar.
Llega un momento en que ya no puedo mas, tengo que quitarme las botas y continuar bajando con las sandalias jugándome los tobillos. Pero no me queda otra.

Poniendo sandalias

Ya por fin llegamos al refugio de Pineta, la bajada se ha hecho interminable. Aquí dejo la mochila para patear otro par de kilómetros por el río hasta donde tenemos aparcado el coche. Recojo a éstos  y tiramos para el camping, allí nos esperan unas merecidas ducha caliente y cerveza fría.

Esperando a que llegue con el coche

Una ruta espectacular para realizar en un par de días. Lo único que si alguien la va a hacer, le recomendaría subir en la primera jornada hasta el lago helado y hacer vivac por los alrededores, si no la segunda jornada se hace demasiado larga.

Nos vemos en las montañas.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario